Tres mujeres y un bebé habitan durante el verano la casa familiar situada en una duna frente al mar. Desde su construcción, hace más de cien años, es fiel testigo del ciclo de la vida. Son ya cinco generaciones de la misma familia las que han convivido bajo su techo en la época estival. Como cada año, su apertura no es tarea fácil. Las telas de araña colonizan el hogar, puertas y ventanas se han hinchado y sus cerraduras oxidado. Las raíces de las plantas serpentean libremente entre las paredes exteriores e interiores. El tiempo avanza y la muerte amenaza de igual modo que apremia la vida.